Sé que este artículo puede levantar ampollas. Hay gente que piensa que feminismo y veganismo es como mezclar churras con merinas. Yo diría más bien que los que piensan así aún no conocen la realidad de la explotación animal, y por ello aún no relacionan la forma de producción de su vaso de leche con la cosificación de los individuos de sexo femenino, sea cual sea su especie. Parece que en nuestra sociedad patriarcal lo normal es que el sistema reproductivo de las hembras tenga que estar bajo el yugo de los humanos, ya sea para obtener placer sexual, o ya sea para satisfacer sus papilas gustativas. Creo que es una grave incoherencia ser feminista y a la vez ser partícipe de la explotación que sufren las hembras de otras especies. Si alguien me hubiese dicho hace tres meses que hoy estaría escribiendo esto, no me lo habría creído. La mayoría de las personas que lean esta entrada dirán que no se puede comparar una cosa con la otra, que por muy vegana que yo sea no puedo poner al mismo nivel a las mujeres y a las hembras no humanas. Como diría Gary L. Francione, la sabiduría convencional que casi todos nosotros compartimos mantiene que aun aceptando que los animales no humanos importan algo moralmente, los humanos importan más. Mi opinión a este respecto es irrelevante ahora mismo, pero sí puedo afirmar que tanto la trata de mujeres como la explotación de animales no humanos me afectan personalmente de manera similar. Y aunque lleva mucho tiempo llegar a este punto, ahora empiezo a entender por qué hay mujeres (y hombres) que afirman que no se puede ser feminista sin ser vegana.
Comentarios
|
«El veganismo es en verdad la afirmación de que en donde haya amor la explotación debe desaparecer.»
- Leslie Cross, vicepresidente de la Vegan Society, 1951. Autora
Veterinaria y vegana. Una difícil combinación en los tiempos que corren. Libro
![]() Vet y Vegan: Cambiando el mundo.
Disponible en Amazon. Archivos
Julio 2023
Categorías
Todo
|