Consecuencias del bienestarismo.

Inicio esta serie de artículos de denuncia en respuesta a las cada vez más frecuentes y variadas campañas bienestaristas promovidas por supuestas organizaciones de defensa de los derechos animales.
 
Es realmente frustrante y sobre todo muy triste encontrar que un gran número de «veganos» se adhieren a este tipo de campañas, apoyándolas y difundiendo enlaces de esas organizaciones pidiendo donaciones o firmas cuyo único propósito es hacer que la gente se sienta mejor pensando que está haciendo algo por los animales, aunque a la vez siga siendo partícipe de la explotación y muerte de millones de ellos.
 
El otro día vi a una persona criticar este apoyo en una página dedicada a recetas veganas, y le contestaron que algunos de nosotros vivimos en los mundos de Yupi, que el mundo no se va a hacer vegano de la noche a la mañana, y por tanto cualquier paso que demos que mejore la vida de esos animales es bueno. En vez de criticar a estas organizaciones, «muchas de las cuales también promueven el veganismo» (debe de ser que mencionar de vez en cuando esa palabra ya se considera promover el veganismo), todos deberíamos estar de su lado y ayudar a la difusión de esas campañas. Después se dedicó a acusar a dicha activista de venir a dar lecciones de moral y a reiterar que ella prefería un bienestarismo sin jaulas a una cerda con sus crías encerrada en una, reacción demasiado común entre «veganos» que defienden el bienestarismo.
 
Yo no me esperaba una respuesta distinta, por supuesto.
 
Pero quizá los que viven en los mundos de Yupi son otros, no los veganos abolicionistas como yo.

La campaña en cuestión era una de las más recientes, la de ganadería sin jaulas, a la que por supuesto se han unido AVATMA, AnimaNaturalis y muchas otras organizaciones. En realidad da igual de qué campaña estemos hablando, porque todas son inútiles para los animales no humanos. No se cuestiona en ningún momento su estatus de propiedad, no se menciona jamás la palabra veganismo, ni se afirma que tenemos el deber moral de dejar de explotarlos. Sea cual sea la campaña, lo único que traen estas campañas son mejoras bienestaristas, es decir, una mejora en la condiciones de esclavitud de los animales.

Por cierto, no puedo reproducir aquí gráficamente esos comentarios porque la página de recetas veganas no tardó en borrarlos, incluidos los de una representante de AVATMA que decía que con estas campañas conseguimos mejorar las condiciones de vida de millones de animales. Tal vez se eliminaron porque las respuestas de la activista iban a hacer pensar a mucha gente. Obviamente, la representante de AVATMA no aclaró que esas mejoras en las condiciones de vida son mínimas y esos animales van a seguir siendo criados para ser utilizados como recursos, explotados y asesinados en cuanto dejen de ser útiles a la industria.

Veamos otro ejemplo: ayer mismo fotografié este cartel a la entrada de un conocido supermercado:

Ya lo venían anunciando a bombo y platillo en sus folletos, igual que hicieron con los huevos de gallinas felices:

Y si te vas al enlace proporcionado, hasta te encuentras vídeos tan bonitos como este:

Debido a que muchas organizaciones que supuestamente defienden a los animales vienen denunciando las malas condiciones en las que los ganaderos mantienen estabuladas a sus vacas lecheras, ahora nos ofrecen una leche de vacas que son igualmente criadas para ser utilizadas como recursos, son violadas repetidas veces a lo largo de su vida, les roban sus terneros —que si son machos serán enviados al matadero en pocos meses—, les roban su leche, y en cuanto disminuye su producción y dejan de ser rentables, las envían al matadero a ellas también. La diferencia es que ahora salen cinco horas a pastar, algunos días al año. Me imagino que tienen allí a alguna persona que se asegure de que eso es cierto, para poder dar esos magníficos «sellos de bienestar animal» que han sacado. Así, si yo consumo leche, me quedaré más contenta que unas castañuelas, sabiendo que en las granjas intensivas de leche ya no maltratan a las pobres vaquitas.
 
Esto es lo que algunos dicen que debo apoyar. Y sí, incluso personas «veganas» me lo dicen.
 
Esta persona autodenominada vegana aseguraba que ella no era bienestarista. Y yo me preguntaba: «Y si eres vegana pero no bienestarista, ¿por qué apoyas campañas bienestaristas? ¿Es tan difícil de comprender que apoyando campañas bienestaristas solo estás ayudando a perpetuar la idea de que la explotación feliz es aceptable? ¿En serio crees que somos los veganos abolicionistas los que vivimos en los mundos de Yupi?»
 
Las campañas que piden una mejora en las condiciones de vida de los animales esclavizados solo consiguen que se mejoren las condiciones de esclavitud de esos animales. De este modo salen beneficiados tanto las explotaciones ganaderas como las organizaciones animalistas que promueven tales campañas, las cuales enseguida cantarán victoria y recibirán muchas más donaciones. A esto es a lo que conduce el bienestarismo, nada más. No puedes desear un mundo vegano a la vez que apoyas este tipo de campañas. Son posiciones incompatibles.
 
Lamentablemente, la falta de reflexión y formación en muchos autodenominados «veganos» es mucho más frecuente de lo que sería deseable.
 
Por suerte, hay otros que hacen activismo creativo y no violento. Si te vuelves a fijar en la primera imagen, verás un detalle en la parte superior que a mí me pasó desapercibido cuando hice la foto. Tuve que volver al supermercado esta misma mañana para comprobar que era lo que parecía. Recé por que los empleados no lo hubieran quitado (quizá uno de los empleados es un «infitrado vegano» 🙂). Me encantó encontrarlo aún allí. Es un adhesivo que pone: «Si no es tu madre, no es tu leche». No es que sea, en mi opinión, el mejor de los activismos, pero al menos es un mensaje claro y no violento en contra del consumo de leche, sean cuales sean las condiciones de explotación. Agradezco infinitamente esta acción al responsable:

Información adicional:

Hacer negocio con las reformas de bienestar animal (Lluvia con truenos).
«Defensores de los derechos animales "bienestaristas": un oxímoron.» (Filosofía vegana).