Comienzo hoy una serie de artículos sobre alimentación vegana para los miembros no humanos de nuestra familia, ya que es un tema que preocupa a muchos veganos seguidores del blog y en países como España aún hay mucho desconocimiento al respecto. He de dejar claro que actualmente no ejerzo como veterinaria, ni tengo una consulta online. [Actualización: ahora sí que ejerzo, y tengo clínica propia, también hago consultas online si el caso se presta a ello]. El propósito de estos artículos es meramente informativo, incluso en un futuro podrían servir de recurso para veterinarios que quieran dar el paso y ofrecer a sus clientes esta posibilidad con confianza, pero son solo pautas generales de alimentación. Todas las dietas tienen que ser personalizadas y adaptadas al individuo, así que sin ver a vuestros compañeros y hacerles primero una revisión completa, no puedo hacer una prescripción dietética. Para ello tendréis que acudir a un veterinario que esté familiarizado con dietas veganas. Si vuestro veterinario habitual no lo está, no estaría de más que se lo propusierais. Si no hay demanda en las clínicas, los veterinarios jamás se formarán para poder aconsejaros correctamente sobre este tipo de alimentación. Igual que ocurre con los nutricionistas de humanos, es nuestro deber estar informados y adaptarnos a las necesidades de los clientes/pacientes. También declaro no tener ningún conflicto de interés con los veterinarios, clínicas o marcas de piensos que seguramente mencionaré. Si aconsejo sus productos es porque desde mis conocimientos veterinarios considero que son apropiados y una buena opción para vosotros. Pero insisto en que no tengo experiencia profesional, jamás he tenido perros o gatos que llevasen una alimentación vegana en mi clínica, y lo único que hago es transmitir lo que voy aprendiendo en mis investigaciones. Por ello, voy a apoyarme en otros colegas de profesión para ir difundiendo toda la información que tenemos sobre piensos veganos y qué resultados dan en la práctica. Como siempre, cualquier aportación es bienvenida. He decidido comenzar con lo más básico, así que hoy os traigo un artículo escrito por el veterinario británico Andrew Knight para The Vegan Society. Fue publicado en el año 2015. Si prefieres leer el original, pincha aquí. DIETAS VEGANAS PARA ANIMALES: MITOS Y REALIDADES. Miles de veganos tienen animales de compañía, o tienen a su cuidado gatos o perros rescatados. Con qué debería alimentarlos un vegano, sin embargo, sigue siendo un punto de debate controvertido. Andrew Knight, un veterinario europeo especialista en leyes, ética y ciencia del bienestar animal, y profesor de Ética y Bienestar Animal en la Universidad de Winchester, nos cuenta más. Cuando tomamos sus conclusiones lógicas, las percepciones erróneas comunes sobre las dietas de animales de compañía nos pueden llevar a lugares notablemente interesantes. Por ejemplo, podemos extrapolar a partir del «conocimiento común» que un temible depredador debe acechar tanto las aguas superficiales como las profundidades del océano. Increíblemente fuerte, este monstruo nada aparentemente de 10 a 20 millas mar adentro, donde entra en combate bajo el agua con el atún rojo —que puede llegar a pesar media tonelada— hasta la muerte. Aunque a veces toma como presa a especies más pequeñas como el salmón, el boquerón y el langostino, parece tener predilección por el atún, y que se sepa jamás ha perdido una batalla. Curiosamente, también es increíblemente feo. Está cubierto por completo de pelo, que toma una apariencia espantosa cuando está mojado, el agua transforma a esta bestia extrañamente hidrofóbica en una masa de garras que bufa y escupe. Esta aterradora aparición es, por supuesto, un gato doméstico. Depredadores terrestres. Y en África, ni siquiera los que están en tierra están a salvo. Basándonos en el «conocimiento común» de las dietas felinas, también parecería que allí las florecientes colonias de gatos asilvestrados han vuelto a sus formas tradicionales, acechando y apresando caza mayor, principalmente vacas, ovejas y cerdos, y amenazando a los rebaños de búfalos en peligro de extinción. A estos temibles depredadores felinos les gusta aparentemente tragar sus piezas de caza con leche de vaca. Parece que los gatitos adquieren ese gusto de manera natural porque las madres gata las dejan con ciertas vacas lactantes elegidas para que se los cuiden, mientras ellas salen a cazar de nuevo... «¡Totalmente ridículo!» ¿Te escuché decir eso en tono burlón? ¡Piénsalo mejor! Millones de tutores de gatos y perros en todo el mundo consideran que es completamente natural alimentar a sus compañeros felinos y caninos con conservas de pescado y gambas, partes del cuerpo de vacas, ovejas, cerdos, pavos, patos y pollos. Es «conocimiento común» que gatos y perros comen dichos animales de manera natural, y que los gatos beben leche de vaca. Seguramente estos millones de tutores experimentados no pueden estar equivocados... En un despliegue fascinante de ausencia de lógica, muchas de esas mismas personas consideran que las dietas veganas para animales de compañía son extraordinariamente «antinaturales». A algunas sí que les importa la difícil situación de los así llamados «animales de abasto», y los duros daños ambientales producidos por el sector ganadero. Pero les preocupa que las dietas veganas pudieran privar a sus animales de compañía de algunos nutrientes esenciales. Como veterinario de animales de compañía con especial interés en los problemas nutricionales y de salud relacionados con las dietas veganas de animales de compañía, he rastreado la literatura científica en busca de estudios que describan sus efectos adversos. Quizá extrañamente, dada la fuerza la «sabiduría urbana» respecto a este tema, me he esforzado por localizar evidencia científica que demuestre que los gatos y perros alimentados con dietas veganas nutritivas y bien planificadas son menos saludables de lo normal. Sin embargo, solo he encontrado evidencia de un tipo. Por accidente encontré más de diez estudios publicados documentando la presencia de ingredientes peligrosos en dietas comerciales basadas en carne, o efectos adversos en la salud de gatos y perros mantenidos con ellas. Los lectores interesados los encontrarán resumidos aquí. Dietas basadas en carne: algunas verdades desagradables. Se ha demostrado que ciertas enfermedades aparecen con más probabilidad después del mantenimiento a largo plazo de gatos y perros con algunas dietas comerciales basadas en carne, incluyendo enfermedades renales, hepáticas, tiroideas, neurológicas, neuromusculares, cutáneas e infecciosas, y trastornos hemorrágicos. Además, después de examinar y tratar muchos miles de animales durante alrededor de una década, me he convencido de que los índices de enfermedades renales y hepáticas, así como el cáncer, son mucho mayores de lo que sería natural. Estas han sido especialmente comunes en pacientes geriátricos, en los que pueden llegar a resultar en enfermedad grave, y, tristemente, en eutanasia. Si estos animales estuvieron expuestos durante muchos años a toxinas no lo suficientemente fuertes como para causar reacciones agudas, pero suficientes como para causar daño celular, estos son exactamente el tipo de efectos que uno podría esperar ver. Y, en particular, si tales toxinas iban incluidas en la dieta. El primer órgano principal expuesto a dichas toxinas después de su ingestión y absorción intestinal sería el hígado, el cual tiene la responsabilidad de convertirlas en moléculas aptas para su excreción vía torrente sanguíneo. Y los riñones son los mayores responsables de esa secreción. Por tanto, tanto las células hepáticas como las renales estarían altamente expuestas a esas toxinas, y al riesgo de daño. Pero las toxinas transportadas por el torrente sanguíneo podrían también dañar a otras células en el resto del cuerpo, y el daño celular a largo plazo puede predisponer al cáncer. ¿Pero hay toxinas en las dietas habituales para animales? Mi investigación reveló que, especialmente cuando son importadas de regiones como Estados Unidos, con regulaciones más laxas, la comida comercial para mascotas constituye un vasto vertedero industrial para los productos de desecho de los mataderos, la carne «4-D» (proveniente de animales muertos, agonizantes, enfermos o impedidos [1]), la carne vieja o estropeada de los supermercados, un gran número de perros y gatos provistos por los refugios animales, grasa vieja de restaurantes, con altas concentraciones de peligrosos radicales y ácidos grasos trans, y pescado dañado o estropeado, con niveles potencialmente peligrosos de mercurio, PCB’s y otras toxinas. Los resultados combinados se vuelven irresistibles para muchos gatos y perros mediante la adición del «Digest», una sopa de intestinos, hígados, pulmones y diversas vísceras parcialmente disueltas de pollos y otros animales [2]. Dietas veganas para animales de compañía. Como era de esperar, por tanto, numerosos casos indican que hacer la transición de los animales a dietas veganas saludables puede resultar en una mejor salud general y mayor vitalidad, una incidencia menor de cáncer, infecciones, hipotiroidismo (una enfermedad hormonal), ectoparásitos (pulgas, garrapatas, piojos y ácaros), una mejor condición del manto, control de alergias, control del peso, una disminución de la artritis, una regresión de la diabetes e incluso resolución de cataratas. Por otra parte, existe un número limitado de estudios más rigurosos que analicen la salud de poblaciones felinas y caninas mantenidas a largo plazo con dietas vegetarianas o veganas. Wakefield y colaboradores (2006) compararon la salud de 34 gatos mantenidos con dietas vegetarianas durante al menos un año con la de 52 gatos mantenidos con dietas basadas en carne durante al menos un año. No hubo diferencias significativas en cuanto a la edad, sexo, condición corporal, alojamiento o estado de salud percibido, con la mayoría de los gatos descritos como sanos o generalmente sanos. Brown y colaboradores (2009) estudiaron a doce huskies siberianos corredores de carreras que eran alimentados con una dieta comercial recomendada para perros activos (n=6), o bien con una dieta sin carne formulada con las mismas especificaciones nutricionales (n=6). Estas dietas constituyeron su única ingesta de nutrientes durante 16 semanas, lo que incluía 10 semanas de competiciones de carreras. Se realizaron exámenes veterinarios rutinarios y análisis de sangre. Todos los perros permanecieron en una condición física excelente con resultados sanguíneos normales. Estos resultados son apenas sorprendentes, cuando tenemos en cuenta que los animales necesitan nutrientes específicos, no ingredientes. No hay ninguna razón científica por la que una dieta compuesta solo de ingredientes vegetales, minerales y sintetizados artificialmente no pueda ser formulada para cubrir todas las necesidades nutricionales, de palatabilidad y biodisponibilidad de la especie para la que está destinada. De hecho, varias dietas veganas para perros y gatos disponibles comercialmente aspiran a hacerlo, y conjuntamente han mantenido saludables a miles de gatos, perros y hurones (los cuales son también carnívoros naturalmente) durante muchos años. Proveedores de tales dietas se enumeran aquí. Sin embargo, es esencial, para evitar deficiencias nutricionales y, en última instancia, las posibles enfermedades subsiguientes, la utilización de una dieta comercial nutricionalmente completa y razonablemente balanceada. Las transiciones dietéticas deberían ser paulatinas, y también recomiendo revisar regularmente la acidez urinaria mediante el uso de tiras de pH (de veterinarios, o fácilmente localizables en internet), o, para más exactitud aún, medidores de pH. Las dietas veganas pueden dar lugar a una orina más alcalina, lo que puede producir cálculos urinarios y obstrucciones importantes en una pequeña proporción de animales, especialmente gatos. Los consejos sobre monitorización urinaria y aditivos dietarios que pueden corregir la alcalinización urinaria si es necesario deben tomarse con seriedad y pueden encontrarse aquí. Para más información sobre la transición de tus animales de compañía a una dieta vegana, consulta aquí. Recuerda: gatos, perros y hurones necesitan nutrientes específicos, no ingredientes específicos. Referencias.
Notas de la traductora:
[1] Del inglés “Dead, Dying, Diseased or Disabled animals”, categoría dispuesta por la FDA, Food and Drug Administration, de los Estados Unidos. El uso de animales enfermos o agonizantes está prohibido para la comida destinada a consumo humano. [2] Según la AAFCO (Association of American Food Officials), el Animal Digest es un material que resulta de la hidrólisis química y/o enzimática de tejido animal limpio y no descompuesto. Los tejidos animales utilizados no incluirán pelo, cuernos, dientes, pezuñas ni plumas, excepto en pequeñas cantidades que podrían resultar inevitablemente en las buenas prácticas industriales, y serán aptas para alimentación animal. En Europa el uso del Digest está prohibido.
Comentarios
|
«El veganismo es en verdad la afirmación de que en donde haya amor la explotación debe desaparecer.»
- Leslie Cross, vicepresidente de la Vegan Society, 1951. Autora
Veterinaria y vegana. Una difícil combinación en los tiempos que corren. Libro
Relato
¡DESCARGA GRATUITA!
Solo por visitar mi página te regalo un relato corto sobre la peliaguda cuestión de si las plantan sienten.
El extraño caso del plátano sintiente Archivos
Febrero 2024
Categorías
Todo
|