«Sí, como carne, me gusta, mi cuerpo la pide, la necesita.» Esta fue la respuesta que recibí en uno de mis primeros intentos de activismo vegano. Esta persona me reconoció que esa era la verdadera razón por la que comía cabritos (aunque como se ve, son varias excusas en una sola frase), después de que le refutara una a una todas las anteriores excusas que me había puesto. Como muy bien dice Earthling Ed, cuando debates con alguien y ganan tus argumentos, al final todo se reduce a que les gusta el sabor de la carne pero les cuesta decírtelo a la cara, precisamente porque saben que esa razón no es válida para seguir participando de la explotación y muerte de miles de animales. Pero no puedo culparles. Yo nunca disfruté del sabor de la carne y por eso la dejé bastante pronto. Los huevos nunca me gustaron especialmente, así que fue lo primero que dejé cuando decidí encaminarme hacia el veganismo. Pero hasta hace un par de años seguía pensando que un plato de pasta no sería el mismo sin queso, que no podía renunciar a los helados en verano, y que necesitaba tener nata montada congelada para acompañar mis fresas. En mi mente seguía pensando que una vaca lechera nos da su leche y es tan feliz como en los anuncios de Milka… Un día dejé de engañarme a mí misma y me dije que nunca más iba a ser cómplice de las barbaridades que se cometen en todo tipo de industria alimentaria que utilice a animales como materia prima. Y me hice vegetariana estricta (que no vegana). Ahora me gusta poner énfasis en la industria del huevo y de los derivados lácteos porque pienso que a la gente le cuesta comprender que en estos casos no hay nada distinto a la forma de proceder en la industria cárnica. Todo supone la utilización, la explotación y el asesinato de individuos sintientes que desean vivir en libertad. Que no puedas renunciar al sabor de algo que te gusta mucho solo pone de manifiesto lo poco que te importan las vidas de esos animales no humanos… si es que de verdad eres consciente de la realidad en la que viven. Pero, como siempre, doy la palabra a Earthling Ed, traduciendo de su libro 30 Non-vegan Excuses and How to Respond to Them: Excusa 3.
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«El veganismo es en verdad la afirmación de que en donde haya amor la explotación debe desaparecer.»
- Leslie Cross, vicepresidente de la Vegan Society, 1951. Autora
Veterinaria y vegana. Una difícil combinación en los tiempos que corren. Archivos
May 2022
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