Rompo mi silencio de más de un año para anunciar el lanzamiento de un libro que se ha venido gestando desde el inicio de mi aventura empresarial. Es un libro que considero muy necesario y en el que expongo las vergüenzas de la profesión veterinaria y de una sociedad en decadencia, con el deseo de que despertemos de una vez y empecemos a crear el mundo en el que queremos vivir: un mundo en el que se respete la libertad y la vida de todos los individuos que forman parte de él. Es decir, un mundo vegano. Tengo una larga experiencia como escritora, así que soy consciente de que escribir un libro no es tarea fácil y hay muchos proyectos que han quedado olvidados y llenos de polvo en alguna carpeta de mi ordenador. Pero creo que puedo decir que con ninguno he sudado y llorado tanto como con este libro, a pesar de que mi intención desde el principio fue darle un tono ameno y divertido, describiendo la alocadas aventuras de dos veterinarias que un día se conocieron, compartieron sueños y decidieron ir a por todas. De hecho, este blog es el culpable. En la sección «Contacto» el lector podrá ver una versión modificada del texto que me llevó a la perdición: en él decía que estaba abierta a cualquier proposición indecente que me hiciera algún veterinario o veterinaria que fuera vegano y tuviera los mismos ideales que yo. Por ese entonces pensaba que mis probabilidades de encontrar a alguien así eran las mismas que las de ganar la lotería, o sea, ninguna (especialmente porque no juego). Pero, a veces, la vida te da sorpresas. Esa veterinaria apareció. Y un año después nos fuimos a Asturias para abrir la primera clínica veterinaria vegana de España (vegana de verdad, no como esas con supuestos propietarios veganos que siguen vendiendo piensos cárnicos en sus tiendas). Llevada por la ilusión y la magia de lo que estábamos viviendo, empecé a escribir nuestra historia. Sabía que éramos pioneras y que un día algún miembro de nuestra familia querría conocer cómo es que ellos acabaron viviendo en un mundo donde lo normal es no explotar a los animales. Y entonces ocurrió lo que nadie podía haberse imaginado: la llegada del virus de la estupidez humana ilimitada, del que ya hablo ampliamente en otros sitios. Sí, señores, ya no me asusto de la palabra PLANDEMIA, igual que dejé de asustarme de la palabra VEGANISMO. No es de extrañar cuando una vino aquí a defender la Justicia y a combatir con la Verdad, pese a quien le pese. A quien no le guste, quien no se haya enterado aún o no quiera enterarse de cómo nos engañaron, nos manipularon, nos encerraron y mataron a los más indefensos de nosotros, es libre de irse y seguir mirando hacia otro lado. Para nosotras y muchos otros autónomos honrados supuso luchar el doble por nuestros sueños, y sobrevivir como pudimos (por desgracia, muchos se quedaron por el camino, bien por haberse suicidado o bien por haber sucumbido al experimento genético). Por ello, el libro no acabó siendo todo lo divertido que hubiese querido. Sufrió un largo parón, varias reestructuraciones, mucho pensar sobre la dirección a seguir, muchos capítulos editados, recortados o borrados por ser demasiado amargos… Y costó, vaya si costó, cerrar con un espíritu positivo y optimista. Pero después de todo ese esfuerzo, creo que el mensaje que quería dar está ahí, en algún lugar entre las páginas, un mensaje que sale del corazón y pretende llegar al corazón de todos los que luchamos por la paz y la libertad de los individuos que comparten planeta con nosotros, de todos ellos, humanos y no humanos. Porque el libro pretendía hablar de veterinaria y veganismo, pero al final acabó hablando de la vida en general, de falsas ciencias y científicos vendidos al sistema, de medicinas tradicionales que debemos recuperar, de volver a ser humanos y compasivos, de hacernos conscientes de quiénes somos realmente y qué hemos venido a hacer aquí. Casi nada. Y digo que el mensaje está ahí porque de algún modo consiguió llegar a uno de los activistas que más respeto y admiro, Igor Sanz, autor de Lluvia con truenos, quien tuvo a bien no solo corregir mi obra sino también poner el broche de oro con un prólogo que me emocionó hasta la médula, dejando a un lado nuestras diferencias de opinión. No puedo más que reiterar desde aquí mi más sincero agradecimiento. Igualmente, una mención aparte se merece Mónica Vilas, esa veterinaria vegana que me escribió un día y me devolvió los sueños y la esperanza de volver a trabajar con animales no humanos, enseñándome con toda generosidad nuevas formas de tratamiento y embarcándome en la mayor aventura de mi vida, una que jamás olvidaré. Seguimos juntas construyendo la nueva veterinaria. Espero que el libro sirva para abrir los ojos a todos aquellos que aún no conocen el alcance de la explotación animal y el adoctrinamiento que sufrimos en las universidades, y que dé fuerzas a los activistas para seguir en una lucha que no deja de ser dura y extenuante desde el punto de vista emocional. Sinopsis. Con un título tan descriptivo no es necesario explicar de qué va este libro. Sí debemos lanzar una advertencia al lector: posiblemente no le gustará si es veterinario, tampoco si es vegano, y mucho menos si es de los que aún cree a pies juntillas que el gobierno nos cuida y que el mundo está bien como está. Que no se diga que no se dijo: este libro no es de veganismo, ni contiene ninguna imagen idealizada de la profesión veterinaria, sino más bien todo lo contrario, la pura y dura realidad. A quien le duela, lo invitamos a que siga el ejemplo de la autora: que mueva el culo y se ponga a trabajar. Construyamos todos juntos ese mundo en el que queremos vivir. En este caso, un mundo vegano. Índice. Prólogo Se presenta Monik, la compañera de infortunios Prefacio 1. Asturias 2. El Escorial 3. La facultad 4. Soy veterinaria 5. Veterinaria quemada 6. Mataperros 7. Castrar o no castrar 8. Million Dollar Baby 9. Veterinaria y viróloga 10. La despedida más triste 11. Soy vegana 12. Veterinaria y vegana 13. Alma vegana 14. Frío 15. Miedo 16. Mudanza y xuntanza 17. La veterinaria del futuro 18. Luces y sombras 19. La farsa 20. Zen 21. Veganazis 22. Esta casa es una ruina 23. Decepción y caos 24. Adiós, Asturias Epílogo Dónde adquirirlo. Versión electrónica. Versión en papel. Todos aquellos que se quejen de Amazon, pueden contactar conmigo para gestionar otras vías de distribución. Gracias.
Comentarios
|
«El veganismo es en verdad la afirmación de que en donde haya amor la explotación debe desaparecer.»
- Leslie Cross, vicepresidente de la Vegan Society, 1951. Autora
Veterinaria y vegana. Una difícil combinación en los tiempos que corren. Libro
Relato
¡DESCARGA GRATUITA!
Solo por visitar mi página te regalo un relato corto sobre la peliaguda cuestión de si las plantan sienten.
El extraño caso del plátano sintiente Archivos
Febrero 2024
Categorías
Todo
|