Excusas para no hacerse vegano (1): Puedo amar a los animales y comérmelos.

Ahora que me he propuesto aportar mi granito de arena al veganismo, sé que ser activista por los Derechos Animales y hacerlo bien conlleva un cierto grado de responsabilidad. Quiero que mi mensaje le llegue a la gente, quiero atraerlos hacia el veganismo, no asustarlos. Sé que hay algunas buenas páginas en español que ya lo están haciendo muy bien, como por ejemplo Filosofía vegana o Avance Animal, pero creo que en otros países nos llevan un poco de ventaja. Espero poder coger un poquito de todos y finalmente ir creando mi propio estilo, aportando también mi visión veterinaria.

Con ese objetivo en mente, estoy observando y aprendiendo mucho de otros activistas. Yo no soy de hablar mucho, y soy bastante tímida. Yo sería incapaz de discutir con un desconocido sobre por qué debe dejar de consumir productos animales. Y la paciencia no es uno de mis fuertes. Quizá por eso admire a alguien como Earthling Ed, capaz de hablar, escuchar, debatir y convencer con argumentos a personas que se encuentra por la calle. Sin embargo, sí que se me da bien escribir (creo yo), y por eso voy a tratar de traer a mi blog todos esos argumentos. Primero, para aprendérmelos yo misma, y segundo, para que todos los no veganos que me lean se den cuenta de que no existen excusas para seguir siendo partícipes de la explotación animal.
 
En su página web, Earthling Ed ofrece un libro electrónico para descargarlo gratuitamente. Se titula 30 Non-vegan Excuses and How to Respond to Them. Pincha en el enlace si quieres leerlo directamente. Me voy a  basar en él para refutar con buenos razonamientos las principales excusas que nos encontramos los veganos cuando hablamos con no veganos. Porque me he dado cuenta de que esa es nuestra principal lucha. Todo el mundo busca justificarse cuando sabe que algo está mal pero sigue participando en ello, ya sea porque lo hagan conscientemente, porque realmente creen que no hay otras alternativas, otras formas de hacer las cosas, o por simple desconocimiento. Traduciré al español cada uno de los capítulos del libro de Earthling Ed, y si tengo algo que añadir o comentar, lo haré al final.
 
Por supuesto, muchas gracias a Earthling Ed por su labor de educación y difusión del veganismo. ¡Tengo mucho que aprender de él!

Cada vez que alguien dice "¡Soy un gran amante de los animales!", pienso: "¿De verdad? Porque te los comes. Literalmente te los comes..."

Excusa 1.
¿Puedes amar a los animales y comértelos?

Vivimos en un mundo de amantes de los animales, nadie o casi nadie diría que no le gustan los animales. Prácticamente todo el mundo está de acuerdo en que la crueldad contra los animales está mal y que aquellos que se dedican a tratar cruelmente a los animales deberían ser castigados. Esta es la razón por la que tenemos leyes en vigencia que protegen los derechos de los animales, o al menos a ciertos animales.
 
Pero, ¿cómo puede un mundo de amantes de los animales ser el mismo mundo que también cree que la muerte de más de 56 billones de animales y tantos como 2’7 trillones de animales marinos cada año es aceptable y además apoya activamente su continuidad, creyendo que es justificable moralmente?
 
Entonces, ¿puedes amar a los animales y comértelos? La respuesta es no, por supuesto que no puedes, porque las dos ideas se yuxtaponen una con otra. Decir que amas a los animales mientras que te comes sus cuerpos y sus secreciones es como decir “Por supuesto que puedo amar a mi hijo y pegarle”. Si un padre abusivo dijera que quiere a su hijo pero también le pega pensaríamos que es un psicópata. Esto demuestra la inquietante psicología y la ideología paradójica que tenemos como una sociedad colectiva de “amantes de los animales” que en realidad son comedores de animales.
 
Dicho de otra forma, si amas a alguien, lo último que quieres que le suceda es que sea inseminado forzosamente, torturado, asesinado y comido, mucho menos quieres pagar para que estas cosas le pasen. Si amas a alguien, entonces quieres evitar que le pase cosas malas a toda costa, así que si amas a los animales, entonces por defecto lo último que querrías ver es partes de su cuerpo asesinado en un plato frente a ti.
 
Esto se puede decir incluso con palabras más sencillas. Si estás hablando con un comedor de animales y tiene un animal de compañía como un perro, pregúntale si sería posible querer a su perro y a la vez mutilarlo y asesinarlo.
 
Ser un amante de los animales es amarlos, respetarlos y mostrar compasión hacia ellos, hacia todos, no solo a los que la sociedad te dice que ames. Para ser verdaderamente un amante de los animales, tienes que reconocer que todos los animales merecen vivir y además merecen vivir esa vida libres de la opresión humana.
 
Así que, no, la excusa de que puedes amar a los animales y comértelos no es una justificación válida para que alguien coma animales, de hecho no es ni siquiera posible. Cuando un no vegano afirme ser un amante de los animales, explícale su hipocresía, di simplemente: “¿Puedes realmente ser un amante de los animales si pagas para que alguien haga daño a los animales?” Es probable que nunca antes haya pensado sobre su relación con los animales de esta manera.

Autor: Earthling Ed.
Traducción: Vet y Vegan.

Lamentablemente, como veterinaria he visto esta actitud continuamente durante mi carrera profesional. Como comentaba en una de mis entradas anteriores, es una de esas contradicciones de la vida: llegas a la facultad pensando que todos los que quieren estudiar veterinaria es porque les gustan los animales tanto como a ti, y resulta que a nadie le resulta extraño pasar de una clase de patología donde te enseñan a curar una enfermedad felina, a pasar a una de nutrición animal, donde te enseñan a cómo cebar un cerdo para enviarlo al matadero lo más gordito posible. Y luego en la clínica, con los clientes, es igual o peor. Por lo general, una persona que tiene un perro como mascota, ama a su perro, no es que le gusten de verdad todos los animales. Y por eso la gran mayoría come carne.
 
Pero ese es el condicionamiento mental al que hemos sido sometidos desde niños: nos han enseñado que matar animales para comer está bien. Incluso matarlos por diversión, en algunos casos, también está bien, como la caza o los toros. Ahora que estamos en plena temporada de caza del zorro en Galicia, yo me pregunto qué diferencia ven los no veganos entre un zorro y un Pomerania al que dedicarán cariñosos apelativos como si fuera un bebé, si se lo cruzan en la sala de espera. La diferencia solo está en sus cabezas, igual que cuando las redes sociales se llenan de insultos contra los chinos en el festival de Yulin, pero les da igual que en los mataderos mueran corderitos para que ellos puedan comer chuletas.

Siempre me pregunto en qué momento de tu desarrollo personal decides ignorar todas las señales que te dicen que algo está mal moralmente y unirte a las actitudes y comportamientos de una sociedad violenta, enferma y cruel. La parte buena es que siempre puedes volver a tomar conciencia y cambiar tu estilo de vida.